Ser independiente o artista emergente no es sinónimo de falta de talento, tampoco que una disquera no quiera firmarte, al contrario, ser independiente es sinónimo de talento, voluntad, fe y emprendimiento. Estar en esta situación te permite como artista tener el control de todo.
Te da la oportunidad de probar con diversas campañas, cambiarlas de ser necesario y si no están funcionando como lo planeaste en pocos días, gestiona otra nueva, porque si estuvieras en una gran empresa ese proceso sería de meses. De igual manera te permite conocer de cerca como funciona el medio, precios, renta de venues, publicidad, logotipos, marketing, distribución, etc.
Te obliga a conocer de leyes, claramente las que sean competentes a tu rama, aprender de propiedad intelectual, saber a donde acudir para registrar tus canciones, darte de alta como artista, proteger tus creaciones.
Y la más importante para nosotros, te permite ser dueño de tu proyecto/ empresa, puedes ser fiel a tu persona, a tu imagen y ser real, no hay necesidades de fingir ser alguien que no eres para entrar en un mercado y poder comercializar tu proyecto.